Como detectar y afrontar el concurso de acreedores en la oficina de farmácia

Son tiempos difíciles para las empresas y como no para las Oficinas de Farmacia. Con las continuas bajadas de precios de los medicamentos, los impagos por parte de las administraciones, la bajada en la venta de productos de parafarmacia así como la dificultad para acceder al crédito, ha originado una falta de liquidez en las Oficinas de Farmacia que ha puesto en jaque a muchas de ellas, sobre todo aquellas que fueron adquiridas entorno los años 2006-2007 y en adelante. Si analizamos los ratios financieros y de endeudamiento de las Oficinas de Farmacia compradas, veremos que la gran mayoría de Oficinas de Farmacias adquiridas desde el año 2006, siempre se han encontrado por encima de lo que técnicamente se podría recomendar. El ratio financiero mide si la partida de estos gastos son elevados. Técnicamente si el ratio se sitúa por encima de 0,04 significa que estos gastos son elevados. La gran mayoría de las Oficinas de Farmacias compradas se sitúan por encima de este valor. El ratio de endeudamiento mide el pasivo no corriente (es decir las deudas contraídas con las entidades financieras a largo plazo) respecto el pasivo total. Si está por encima de 0,6 quiere decir que las deudas son muy elevadas. Para que nos hagamos una idea, en el caso de las Oficinas de Farmacias compradas, la mayoría están por encima del 1. ¿Donde está entonces el problema si desde la propia adquisición de la Oficina de Farmacia estos ratios han estado por encima de sus valores recomendados? La respuesta es muy sencilla. Puesto que hasta el 2011 no se empezaron a producir retrasos en el cobro de las facturas de la seguridad social, todo y que estos ratios estaban por encima del umbral recomendado, las Oficinas de Farmacia obtenían la liquidez necesaria para afrontar todos sus pagos, ya que no tenían dificultades para obtener o renovar una póliza de crédito, o bien aplazar compras con los distribuidores o ampliar el plazo de pago a estos. Desde que la seguridad social dejó de tener credibilidad a efectos financieros, tanto las entidades financieras como las distribuidoras, se han mirado con lupa los niveles de endeudamiento de las farmacias a efectos de facilitarles tanto el crédito como mejores condiciones a la hora de pagar al mayorista. Es desde entonces que muchas Oficinas de Farmacia se han encontrado con esa falta de liquidez para hacer frente a todos sus pagos y técnicamente se encuentran en una situación concursal. Al igual que en una sociedad es responsabilidad del titular de la Oficina de Farmacia presentar un concurso de acreedores si detecta las posibles tensiones y dificultades para hacer frente a todos sus pagos. Es muy importante presentar el concurso antes de llegar a una situación límite donde se haya consumido toda la tesorería y prácticamente no exista viabilidad. Hay que tener en cuenta que un concurso de acreedores conlleva un coste muy elevado, ya que se han de pagar los honorarios del abogado así como los del administrador concursal. Previo a presentar un concurso de acreedores hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Realizar un Cash Flow de la Oficina de Farmacia para saber con que margen operativo o EBITDA se dispone.
- Negociar en primera instancia con las entidades financieras y posteriormente con el resto de acreedores.
- Realizar una valoración tanto de la farmacia, como de las fincas hipotecadas y los avales presentados en la financiación y compararlos con la totalidad de las deudas.

- Ganar suficiente tesorería a efectos de poder afrontar el concurso (en función del total de la deuda el coste entre abogado y administrador concursal puede oscilar entre los 50.000 y los 90.000€)
- Tener en cuenta que si el activo o el pasivo superan los 5 millones de euros y existen más de 50 acreedores, el proceso concursal no podrá ser abreviado y será más costoso.
- Evitar llegar al concurso de acreedores con corte de suministro por parte del mayorista para poder presentar un buen convenio con los acreedores y evitar en la medida de lo posible la liquidación.

Si las negociaciones previas con los acreedores no han sido satisfactorias y la presentación del concurso sea inevitable, tener en cuenta que siempre será mejor y más positivo presentar el concurso de acreedores de forma voluntaria que no ir al concurso instado por un tercero. El concurso de acreedores de las Oficina de Farmacia es más complejo que el de una sociedad. La principal diferencia respecto una sociedad, es que las farmacias al ser personas físicas, van íntegramente al concurso de acreedores y responden con todo su patrimonio. En los casos que el farmacéutico/a esté casado/a en el régimen de gananciales, hay que pensar que todo el patrimonio familiar entrará dentro del concurso de acreedores. 
Como conclusión tenemos que destacar que es de vital importancia que tan pronto existan indicios de falta de liquidez para hacer frente a todos los pagos, es muy importante analizar la situación económica y financiera de la Farmacia, y en caso de estar en situación concursal, reconocer y admitir la situación lo antes posible, para poder afrontar el concurso de acreedores con las máximas garantías de éxito, ya que demorar su presentación, solo hará que empeore la viabilidad de la Oficina de Farmacia.

Ley 22/2003 del 9 de julio, Concursal, modificada por el Real Decreto Ley 3/2009, de 27 de marzo, de medidas urgentes en materia tributaria, financiera y concursal ante la evolución de la situación económica, y la Ley 38/2011, de 10 de octubre.